Las bibliotecas escolares y los museos pedagógicos son entidades institucionales, culturales y formativas al servicio de la sociedad. Son espacios óptimos para coleccionar, investigar, exhibir, dilucidar, divulgar y transferir el patrimonio educativo y tienen como principal razón de ser respectivamente ofrecer acceso a la lectura y el conocimiento y custodiar la cultura escolar en sus dimensiones material e inmaterial.
Uno de los mayores proyectos sociopedagógicos de la historia reciente de España lo constituyeron las Misiones Pedagógicas, creadas en 1931 por el gobierno de la Segunda República. Las formaban básicamente maestros, intelectuales, artistas y estudiantes que recorrían pueblos y aldeas de toda España para fomentar el amor por la lectura y acercar el arte a las comunidades rurales. Sus actividades no solo buscaban instruir, sino también entretener y despertar la imaginación creativa.
En la misma década surgió en España la “hora del cuento” en las bibliotecas públicas, una actividad dirigida a la infancia que se propuso en un principio como animación a la lectura a través del cuento narrado o leído. En la actualidad, esta práctica presenta dos facetas: una estrictamente vinculada a la dinamización de la lectura y otra que pretende introducir en las bibliotecas también la literatura oral, dirigida a la infancia y a personas adultas.
Otras iniciativas de fomento de la lectura las protagonizan desde hace décadas las bibliotecas móviles, que realizan funciones de biblioteca pública donde no hay, como préstamos de libros y la organización de clubs de lectura.
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